Al margen de que el objetivo de un diseñador sea convertirse en un prodigio del diseño web, crear anuncios inolvidables o desarrollar la imagen de una revista pionera en el mercado, se debe tener bases sólidas en los principios que subyacen a todo buen diseño gráfico.

El proceso de mirar y trasladar lo que se ve es el aspecto clave, pero aprender a controlar los distintos medios a disposición del diseñador -muchos de ellos digitales-, debe ir en paralelo al placer de crear imágenes y el disfrute de la libertad visual. Al mismo tiempo que el diseñador va conociendo los principios básicos de fotografía, tipografía, color y composición, aprende a ser visualmente consciente y culturalmente competente, requisitos indispensables para generar ideas gráficas que llamen la atención.

La tipografía, es el medio de comunicación primario, y que se puede utilizar para crear una gran variedad de efectos según el contexto. Por encima de todo, un buen diseño necesita una cuidada planificación y una buena documentación antes de poder continuar desarrollando ideas.

Fuente de información: David Dabner, Sandra Stewart, Abbie Vickress. (2018). Fundamentos y prácticas de Diseño Gráfico. Barcelona, España: BLUME.